Antonia Avellano

Novelista-Escritora Infantil y poeta

El hábito lector es un hábito saludable que enriquece al ser humano, o así ha venido siendo, desde los tiempos de los tiempos. Cada libro es el vehículo que hemos decidido tomar. Es la distancia medida en término de letras que queremos efectuar y las paradas a golpe de marcapáginas en las que deseamos tomarnos un respiro durante el viaje, hasta la parada final de un destino por descubrir. El libro es todo eso, y las emociones que nos hace sentir en nuestro animógrafo interno. También los personajes de índoles variopintas que nos acompañan en el receptáculo de primera, segunda e incluso tercera clase, y… los escenarios por los que pasamos más o menos borrascosos. Todo en un combo literario. Y ….cuando llegamos al destino decidimos si ha sido un viaje placentero o no. Si ese destino final en el que terminamos apeándonos es de nuestro agrado o nos incomoda y si la compañía fue de categoría.

El libro debería enriquecernos cultural y lingüísticamente y estimular nuestra capacidad de reflexión. Como mínimo debería cumplir esas tres funciones, que ya es bastante, y por supuesto, que no se quede en el tintero la del entretenimiento que dan los viajes físicos y literarios que no son por necesidad sino por placer.

Eso significa que no todos los libros que leemos por placer sean excelentes como algunos viajes, de esa índole, que se tuercen, y que todos nos aporten esos grados de conocimiento del escritor curtido o estudioso acerca de la materia por la que se decanta a escribir. Un libro plano, que no sigue reglas línguísticas, vocabulario coherente y culto o una trama creíble puede reducir su valor a mero entretenimiento, típico de una sociedad más fan de las viñetas, de los consejos de un gurú, o de las experiencias personales de la vecina de enfrente.

Y la relación entre la masa por la unidad de volumen, típicas de la química y la física sigue en aumento en la clase básica literaria, frente a la relación calidad y rentabilidad de los viajes literarios en premium, con el mismo esfuerzo económico; pero cada uno elige el tipo de compañeros de viaje de los asientos cercanos y los compartimentos en los que desea viajar .

” La calidad es el único camino para el crecimiento “ .-Jack Welch.