La vida de los escritores suele arrastrar muchos momentos al día de interiorización, de reflexión, de
estudio y aprendizaje, concentración y horas y horas, muchas horas delante de un ordenador, con la única presencia de tu musa dándote aliento para no desfallecer y callada en ocasiones, que también lo hace la condenada, porque todos lidiamos con esa pantalla de Word en blanco a la que a veces cuesta poner algo después de un intro, un punto y aparte o paso de capítulo. También viene el ¿cómo lo plasmaría? ¿cómo vivirían más la historia mis lectores? ¿presente o pasado? ¿ aquí o allí?… .Y esos personajes que terminan rebelándose cuando los creas y al final…….🙂 terminas contando lo que ellos te dictan, y es que, ese es el riesgo que corremos cuando prodigamos de tanta autenticidad a nuestros personajes, que… al final terminan adquiriendo vida propia. Les dejas hacer, porque, al fin y al cabo es su historia, y ….con todo ese lío, llega el día en que quieren que seas tú la que los des a conocer y, que voy a hacer 🤔. Pues eso, y ….con una puesta de largo 🍾como puede ser un lugar como FNAC. No está nada mal.